jueves, 29 de abril de 2010

DIA 4 EL DIA DEL BESO, DONDE SE CUENTAN DOS JORNADAS

Querido lector, antes de seguir adelante con nuestro relato cotidiano es imprescindible aclarar algunas pautas acerca del proceso creativo de quien escribe estas páginas mientras trata de plasmar en imágenes un relato que guardó en su cabeza durante dos largos años.
Digo esto porque anoche bien tarde me llamó desesperada mi amiga Daniela Campos (asistente en dirección de actores en mi primera película) diciéndome que no podía seguir exponiéndome de semejante manera y me estaba autobardeando y etc. Etc. Entonces, querido lector, quiero que sepas que en el proceso de escritura siempre hay un narrador (el que escribe) y cuando el relato es en primera persona (como en este caso) el narrador y el autor en apariencia son PERO EN REALIDAD NO SON LA MISMA PERSONA. Esta es mi manera de sentirme libre y poder escribir en estas páginas lo que se me cante, sin ofender a nadie. Y he decidido que como parte del proceso creativo que significa realizar una película este relato desaforado de mi amigo el narrador, me hace mucho bien, y no debería ofender a nadie. Quien quiera escribir otra cosa que escriba su propio blog, porque así son las cosas. De todos modos debo admitir que la censura de mi amiga Daniela hizo que recortara el último párrafo (que aludía a un inminente suicidio (risas) ) para terminar en una preciosa salida de la Luna, porque a cierta gente les gustan las cosas así, mentirositas. Pero eso es el cine también: una mentira bien armada, como todo en la vida después de todo.
Aclarado esto, el primer párrafo de la noche se lo lleva el gran actor OSCAR FERRIGNO, en cuanto tenga una movi de la escena en la que emerge vestido de las aguas del océano la voy a subir porque son mis amigos y merecen ese adelanto. Todo director quiere dirigir un actor como OSCAR FERRIGNO, señores, con mayúsculas por favor. Eso fue ayer, un día difícil como ya les había contado, pero a la tarde los vientos cambiaron y filmamos la escena violenta de playa en la cual Ernesto abofetea a Julia. Como retomamos varias veces desde distintas puestas la pobre MALENA SANCHEZ se comió veinte cachetazos al hilo, eso también se los voy a subir. Resultó práctico que Oscar tuviera experiencia en violencia en escena y que Malena tuviera una cara resistente, que no es lo mismo que decir que sea caradura. MALENA SANCHEZ: tiene una sensibilidad especial que no había reconocido en ella hasta el día de hoy, se podría decir que habíamos empezado distanciados, pero es parte del proceso creativo del que estoy hablando, necesitar contar algunas cosas aquí para aclarar algunas cuestiones allá. Pudimos al fin comunicarnos y nació entre nosotros el vínculo imprescindible para sacarle la gran actriz que es. Además les digo, en cámara da como los dioses. Una vez aclarados los tantos, vino la escena del beso, pero volvamos a ayer:
Otro acierto del casting fue DARIO LEVY, Pedro en la ficción. Un buen actor acrecentar la dimensión de un personaje, y este es el caso. Si el cine nacional todavía no había descubierto a FERRIGNO tampoco lo hizo con LEVY. Sus apariciones en EL BONAERENSE, EL CIELITO, CLARISA YA TIENE UN MUERTO, son sólo el camino a un merecidísimo protagónico. La escena de violencia sigue con Ernesto y Pedro y ahí de verdad Levy me conmueve y entonces viene lo de Ferrigno, de verdad, no quiero que se lo pierdan.
El mayor agradecimiento que siente un director es que crean en uno como conocedor del proyecto y de la historia que se quiere contar.
EL BESO: es la escena en la cual JULIA y ANDRES no se besan, pero casi. Por supuesto que esto da más trabajo que un beso verdadero, la verdad es que no salía entonces les pedí que se besaran varias veces, que se besaran en el mundo real, y recién ahí la cosa empezó a funcionar. Las ganas de besar aflojaron o se acrecentaron, no sé, pero después fue más sencillo imponer el límite a la testosterona que se nos venía encima. Hablamos sobre eso en el ensayo, la maldita testosterona que esclaviza el deseo de los hombres, aunque las mujeres no lo crean, o en el fondo no lo entiendan, no comprendan el drama masculino en toda su dimensión humana. El abuelo de uno de los mejores amigos de mi infancia murió a los 90 años con una mucama de 17 encabalgada sobre su fragilísimo cuerpo, por favor díganme si no es una historia tristísima del patetismo masculino al cual nos vemos empujados por la reputísima biología. ¿Quién puede contra eso? ¿Somos o no somos como los pescados y las arañas? Una frase llevó a la otra y terminé contando la siguiente anécdota: tenía poco más de 20 años y en un baile una chica me dio el mejor beso que había recibido hasta entonces, un beso apasionado, profundo, un beso que casi dolía de tan perfecto. La aparté de mí y le dije: - Vos sos hombre. Y ella me contestó –Sí, soy transexual. Sépanlo queridos lectores, el mejor beso que recibí en la vida me lo dio un hombre, piensen y opinen lo que quieran, pero es así. Biología pura y hasta tanto nadie me demuestre lo contrario. A esta altura de mi vida por supuesto no voy a reafirmar mi heterosexualidad.
Finalmente entonces los chicos (MALENA SANCHES y JULIAN INFANTINO) Julia y Andrés, lograron darse el no-beso de una manera que al menos a mi me pareció creíble, y querible.
También hicimos la escena solitaria, noche americana, de Ernesto en la playa, lamentablemente dejamos a Nina sin esta escena porque no pude encontrar la manera de articular algo creíble. A Ernesto le cae una ficha y por su personalidad no tiene deseos de hablar con nadie. Sin firmar ningún pagaré a XIMENA RIGEL le deberé una linda escena para otra oportunidad.
Y ahora sí, les cuento cómo empezó el día: buscando un lugar para filmar la F100 de Ernesto en amanecer, playa. Así que mientras buscaba el lugar para entrar a la playa la no-4x4 camioneta de Ernesto, Juan Pablo y Marcelo ya la habían enterrado hasta la maceta. Luchamos con palos y manos y amacadas para atrás y para adelante pero no hubo caso, quedó clavada en la arena, eso sí, en una diagonal perfecta y en el mejor lugar de la playa para filmar a Ernesto despertándose en el mejor amanecer anaranjado de los que yo tenga memoria. Señores: ESCENA PERFECTA.
Algo más sobre lo que estuve reflexionando es sobre el artista patético. Llamo artista patético a aquella persona que, abocada al arte pone todo el énfasis, todo el esfuerzo, todo el trabajo necesario para lograr no ya una obra maestra, sino una pieza que entre dentro de los parámetros del arte en el cual se desempeñe. En Literatura, por ejemplo, los alemanes lo llamaron letarulidad, que sería la condición de un texto para ser considerado literario. Ahora bien, si uno es escritor y escribe un cuento horrible, lo tira a la basura. (Yo he tirado una novela de 600 páginas antes de publicar tres). Si es un cuadro puede prenderle fuego. Pero el verdadero artista patético es aquel que muestra su obra como si fuera tal cosa, y en realidad no es nada. En cine esto se multiplica por mil, por un millón, por infinito, porque uno hace o cree que hace todo lo que tiene que hacer para que la película sea increíblemente buena, y puede ser, de pronto, como por arte de magia, que lo sea. Y también puede ser, de pronto, y como por arte de magia, que no legue siquiera a ser una película, y …¿entonces qué pasa?
La única respuesta que puedo darle a mi amiga Daniela es que hay personas que aún rodeadas de mucha gente se sienten no solamente solas, sino también abandonadas. Yo siempre he sido líder, recuerdo que cursaba segundo grado y me adelanté en la fila de guardapolvos blancos para poner en correcta posición a un pobre compañerito, sin decirle nada, simplemente le pegué un empujón y lo puse en línea. Ese era yo, un pendejo aporreado con dureza por su padre, un nazi en ciernes. He debido trabajar duramente para erradicar la violencia y el nazismo de mis venas. El arte fue mi camino de logros y de fracasos. Por eso, en esta disciplina que ya de grande abrazo con pasión, en esta segunda película, estoy dispuesto a recorrer los caminos que crea necesario para crear en medio del lógico caos que suele ser un set de filmación.







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