domingo, 30 de mayo de 2010

DIARIO DE RODAJE /// SEXTA SEMANA /// SOBRE EL FINAL TODOS SOMOS FELICES




Ayer sábado a la noche fuimos a dos reuniones. En la primera había dos profesores de cine que se la pasaban hablando mal de sus alumnos. Al parecer a quienes más odiaban era a sus alumnos colombianos. No se qué gran cosa se creían que eran pero a mi me parecieron una Mierda, dos pobres fracasados queriendo hacerse los interesantes a costa de sus alumnos, a quienes consideraban muy por debajo de su categoría. En un momento no se dieron cuenta y un cometario me abarcó por completo: los alumnos que pasaban de alumnos a profesores de un año para otro ¡¡Un horror un horror !! Andá a la reputa madre que te reparió. Uno era el profesor F .. de la Escuela de Subiela, el otro por suerte no lo conozco. Me imaginaba sacando un arma y disparando: PUM PUM, dos pelotudos menos en el mundo, como en una película de Tarantino. Me fui en medio de la lluvia con un ataque de fobia. Nunca más quiero encontrarme con esos dos profesores en ninguna parte. Caí en la fiesta que daba Malena Sánchez en su casa, no llevé cerveza ni nada porque no se me dio la gana. El día que vengan a casa la cerveza la pongo yo, pero anoche estaba de mal humor así que llegué con las manos vacías. La casa de Malena es antigua y bien proporcionada, tiene una galería con techo de chapa para envejecer rodeado de nietos. Queda en la calle Arévalo, llegué en taxi porque estoy harto de viajar en mi camioneta con los parabrisas rotos. Me sentía de tan mal humor que no veía la manera de remontarlo. Por suerte adentro de la casa ya estaba Chomi, con quien siempre es una suerte encontrarse. Chomi es una de las personas más locas que he conocido en mi vida, mejores y más locas, aunque no lo sabe. Las aventuras que cuenta son de tal envergadura que la única alternativa que te queda es tildarlo de mentiroso, pero con el tiempo vas sabiendo que todo lo que cuenta es verdad y tu perspectiva sobre él cambia por completo. Hablando con Chomi te das cuenta que el resto del mundo o casi todo el resto del mundo tenemos una vida sin importancia, una vida que pasa a la vera del camino de la vida. Chomi en su casa tiene pumas, tigres, jabalíes, una boa constrictor y un yacaré. Eso sin contar los insectos y los pájaros. El pato de la película lo aportó él. Por si no lo saben, es eléctrico de nuestras películas pero lleva una empresa a la que regresa cuando terminan nuestros rodajes. Sabe de electricidad, de mecánica, de ingeniería, de arquitectura. Vive en un lote gigantesco junto al río, en Quilmes, es una especie de Robinson Crusoe de los suburbios, casi tan solitario como JP , siempre solícito para lo que puedas necesitar. Chomi es sin ningún lugar a dudas, una de las mejores cosas que me ha entregado mi aventura en el cine. Y NO ES UN INTELECTUAL ni se cree mejor que nadie. ¿Quién no odia a los intelectuales que se ponen a hablar mal de sus alumnos en una reunión de cumpleaños? Se creen gente tan selecta, por Dios !! Lo primero que tenemos que reconocer es que hacemos películas porque no servimos para ninguna otra cosa, es lo mismo que escribir, si un hombre de verdad valiera la pena no estaría aquí escribiendo como yo en este momento, si me dieran las bolas para ta cosa estaría haciendo lo que de verdad tengo ganas y que no es ni por aproximación estar escribiendo aquí, en esta mierda de fcbk. Tampoco uno tiene ganas de dar clases en una escuela de cine ni de filmar una película, Yo quiero estar en el norte de Brasil o en Venezia. Quien no estuvo en Venezia no sabe, simplemente no sabe así que no lo voy a poner aquí. Después de Chomi empezó a caer toda la gente del equipo y yo entre la cerveza y el porro comencé a perder u poco esa dureza que me caracteriza y a ato me puse a bailar. Unos minutos antes había llegado Silvina desde otra fiesta de cumpleaños, había venido para marcar territorio porque de verdad cree que todas las aventuras amorosas cuya intención aquí se detallan tienen alguna posibilidad de llevarse a cabo. A esa altura yo ya no sabía de qué se trataba nada ni tenía ganas de hablar con nadie. Malena y Ana M ponian la peor música del mundo directamente de la web y yo seguía bailando aún en los silencios. El otro que bailaba como loco que es, pero bien, era el Tuqui. Ana M se movía con mucha sensualidad y Micaela Soler sacó a relucir una onda que no le conocía. Muchos se transforman a la hora de bailar un rato, y está bien. A esa altura o antes de eso llegó Alicia con dos amigas. Hoy chateamos con Ana Llanos, me preguntó si hoy iba a escribir algo, ya saben que es mi única lectora. Se la pasó filmando un corto toda la tarde del sábado y por eso no vino a la fiesta. Ella sabe todo lo que me pasa. Cree que sabe todo lo que me pasa porque sigue este diario de filmación, pero no creo que eso le alcance para conocerme. La verdadera pregunta que me hago es porqué hacemos cine o porqué hacemos cualquier cosa que hagamos si con toda tranquilidad podríamos no hacer nada. Nadie es lo suficientemente valiente como para no hacer nada. Una vez decidí no hacer nada y terminé viviendo en la calle durante un mes, un día en casa de cada amigo, mis ¨ mejores amigos ¨ aparecieron entonces para darme consejos o decirme que no podían albergarme en su casa para no ¨ mezclar ¨ , también hubo quienes se negaron a darme una garantía para un alquiler co una serie de excusas inaceptables, pero estaba bien. En la vida cuando decidís no hacer nada aparecen las personas tal como son en toda su dimensión, y no es que los juzgue. Para nada. Vivía en bares y cuando llegaba o estaba por llegar la noche me acercaba a la casa del amigo de turno y preguntaba si podía quedarme a pasar la noche. Tenía una sola campera, bien barata, una verdadera mierda de campera, que estaba cosida hasta la mitad porque tenía roto el cierre. Dos años después Gustavo Nielsen me preguntaba cómo podía haber pasado de tener esa campera rotosa a ser rico en menos de dos años. La respuesta era sencilla, nada hay más hermoso en la vida que tocar fondo. La belleza de verse tan maltratado como se había visto mi padre antes de su muerte. La escena me fascinaba, yo tenía que llegar a lo último de lo último y lo último de lo último era vagar por las calles sin saber dónde cuernos iba a pasar la noche dependiendo de la generosidad de mis amigos. Y en ese momento no tenía amigos como Chomi ni JP. Sé que si por alguna causa volviera a ese estado primario, alguno de ellos me tiraría una soga aunque más no fuera por algunos días. Cuando me cansé de desenmascarar gente me dije a mi mismo que daba para mucho más que ser una bosta vagando por las calles y d el saltito inicial. Solamente yo sabía el potencia que escondía como cada uno de ustedes saben el potencial que esconden, si se quedan esperando que alguien lo saque a flote vayan eligiendo la montaña de mugre sobre la cual enterrarse. Hubo un solo amigo y se llamó Julio Horno, está acá en fcbk aunque él es un amigo de verdad, me dio una oportunidad y lo que tenía adentro comenzó a salir como una erupción reprimida durante siglos. Todo esto que estoy contando es pura basura. Sin embargo, en otra de las épocas sombrías, en los viejos días del neuropsiquiátrico, había un hombre internado por alcohólico, un hombre que se llamaba Gregorio, que a mis dieciocho o diecinueve años les dejó una marca difícil de borrar. Ese hombre, Gregorio, no podía parar de destruirse, autodestruirse, como él mismo decía. Su socio y su propia mujer lo internaban una y otra vez para que abandonara el alcohol e hiciera de su vida algo valioso, pero Gregorio no estaba seguro de querer hacer de su vida algo valioso. Quién no llevó alguna vez niños a la calesita. Los ves pasar una y otra vez con la sonrisa tan grande como la tarde de domingo, mientras algunos perros descansan del otro lado del alambrado con la lengua afuera de tanto calor. Si las cosas son tan simples porqué tenemos tendencia a complicarlas. Un perro te mira y te sonríe, tus hijos pasan montados en los caballos de hule y de vez en cuando te vienen con la sortija. Una de las amigas era rubia y alta, la otra morocha. La fiesta en sí había cobrado una fuga que sólo estaba en mi cerebro, me sentía relajado y feliz, después Ana M habló sobre el final de Lost y aparecieron Gallo y Marcelo y Silvina quiso irse porque ya estaba aburrida. Yo no estaba aburrido ni nada pero estaba sin auto, tampoco sabia muy bien para qué iba a quedarme. Mi vida no iba a cambiar porque me quedara un rato más así que decidí irme. Todos sabemos cuando nuestra vida está a punto de cambiar, a veces dejamos que el cambio se produzca y otras veces quedamos atados a lo que ya somos desde antes. Lo único que uno puede hacer es entorpecer el cambio, demorarlo hasta el suicidio, pero en sí no puede cambiar, no puede intervenir de manera verdadera en lo que el destino tiene trazado. Estaremos ahí mañana, porque quedan cinco días de rodaje, necesitaría que alguien me explicara el verdadero significado de haber filmado esta película. Nadie lo dice porque todos sabemos que el verdadero significado está en hacer que unos pocos miles de personas se diviertan durante poco menos de dos horas, y no hay más que eso. Sé perfectamente que este narrador produce un poco de conmoción y rechazo, como dice Malena, uno no se anima porque lo que ponés es muy fuerte, pongo lo que va surgiendo desde lo más profundo de mi cabeza, en un rincón, muy en el fondo, hay un niño rodeado de fantasmas, fantasmas verdaderos. Quién no se vio cara a cara con los fantasmas verdaderos no sabe, entonces mata su tiempo hablando mal de los alumnos de la ENERC, como si los alumnos de la ENERC tuvieran de verdad alguna importancia. Nada importa, lo que hagas o lo que dejes de hacer carece de importancia. La lluvia daba con fuerza contra los techos de chapa. El verdadero sentido de filmar esta película era contar la historia de muchas mujeres sin padre que pasaron por mi vida. Casi todas las mujeres que pasaron por mi vida fueron mujeres sin padre. Yo nunca llegué a entender cómo un padre puede deshacerse de una hija con tanta facilidad. Eso es lo que quise contar, qué pasaría si cualquiera de esas mujeres abandonadas fuera en busca de su padre para que se haga cargo de su paternidad. Lo que ocurre es que por alguna razón que desconozco, filmar esta película, llevar adelante el relato en actuaciones e imágenes me produjo una revolución tan grande como escribir la más profunda de las novelas ¿saben cómo es escribir la más profunda de las novelas?¿profundas para uno quiero decir? Bueno, es algo brutal es algo que no puede manejarse de cualquier manera, porque empezás a sacar y sacar y sacar hasta que raspás bien en el fondo, y empieza a salir sangre, y sangra y sangra y no deja de sangrar. Ese fue el efecto que causó en mi espíritu filmar esta película, y cada plano, cada momento, cada silencio, fue un acto de concentración dedicado a respetar a todos los que estaban involucrados. Lo malo es que ese estado de alerta espiritual me hizo sentir que había un cambio que me amenazaba pero mucho más me amenazaba mi dificultad de cambiar. Entonces, cuando este rodaje no sea más que un recuerdo, cuando la edición haya terminado y el público o los festivales o lo que sea sepan del contenido de estas casi dos horas de relato, yo seguiré siendo el mismo de siempre, y la película pasará absolutamente desapercibida en mi ánimo. En algún momento de la fiesta otro ex alumno me dice que los textos que publico aquí demuestran que en todo equipo de cine hace falta un psicólogo. Pedazo de hijo de puta hay que ser para hacer ese comentario como si uno le hubiera dado confianza para tal cosa. En primer lugar debería quedarle claro que me cago en los psicólogos y que no habría peor cosa en un equipo de cine ¿para qué cuernos querríamos un psicólogo aquí? Los argentinos creemos que los psicólogos lo pueden arreglar todo pero no pueden arreglar NADA, vas a ir una y otra vez a llorar la mediocridad de tu vida y una y otra vez te va a dar turno para la vez siguiente porque necesita la plata de tu consulta, tiene organizado el pago de todas las cuotas y muchas veces hasta por eso mismo te cobran las sesiones del mes por anticipado, lo que de verdad le pase a tu vida les importa un carajo. Así que, eso de que los textos que escribo acá demuestran que un equipo de cine necesita un psicólogo podés metértelo bien en el culo.
En fin, querido lector, la tarde del domingo cae sobre todos nosotros y en algunas plazas ya empiezan a cerrar las calesitas. Ayer ensayamos un poco con Jorge Suárez y el martes seguramente nos esperan momentos de zozobra con una o dos escenas. Todo lo demás es acompañar los hechos como cuando llevaba a mi hija Rocío de la mano y me pedía caminar por todas las parecitas del barrio. Lo único que tenia que hacer era seguirle el ritmo, no apurarla, y tomar conciencia de que la vida es bella y vale la pena, aunque siempre haya un pelotudo en tu camino dispuesto a decir lo contrario.

1 comentario:

  1. no trates de buscarle un sentido a todo lo que haces! filma porque tenés tiempo y ganas de recuerdos.

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